SIERRA DE ORIHUELA

Como nos ha pasado antes, esta ruta que calculé de 4 horitas, se convirtió en una de 6, considerando que los tobillos estaban un poco jodidos por ambas partes, y que el terreno no era precisamente el del patio de recreo. De todas formas, estaba mal calculada, en total se puede hacer bien en 5 horas y pico, sin descansar mucho.

La Sierra de Orihuela se ve como un montañón desde abajo, a pesar de que no pasa de 700 metros, pero se parte casi de nivel del mar, con lo cual el desnivel está bien para hacer piernas. Empezamos en la urbanización Montepinar, en la carretera Orihuela-Abanilla. 

Un sendero pasa entre huertos y empieza a subir hacia la Cruz de la Muela, que es uno de los hitos de la ruta. Hay un blog muy bueno de rutas por Alicante, que tiene esta subida y la de la Peña de Orihuela, la mayor altura de esta sierra. Si hubieramos intentado subir ahí, en vez de redactar esto en la comodidad de mi sofá, estariamos cubiertas de hojarasca pasando la noche allí. ¡Que no se puede subir a la sierra a las 2 de la tarde!

La subida a la cruz no da casi tregua pero el paisaje que se contempla desde lo alto es una gran panorámica de la Vega Baja del Segura.Paramos a comer y me dedico a limpiar el lugar de la basura que los cerdos domingueros que van a ensuciar dejan con alevosía. Asi que tengo que pasar el resto del día cargada con una bolsa a la espalda, que en las fotos parece que hago publicidad de Supercor, en plan cutre.

Desde allí se continua en dirección Peña de Orihuela, bajando por una senda machaca para tobillos con esguinces y tendinitis crónicas (ay, si leyera esto mi fisio).En la foto de arriba se ve un poco el sendero del que hablo.

La sorpresa viene cuando al terminar la bajada se llega a una bifurcación en la que miramos para arriba y decimos "Joder, ¿habrá que subir por ahí?". Hay marcas del sendero que estamos siguiendo, el PR 59, y el GPS dice que por ahí, asi que...al final no es tan complicado y cuando llegamos arriba flipamos por los arcos que ha formado la roca. 

Y lo mejor de todo: hay que pasar por un pequeño túnel natural super chulo. Aquí nos olvidamos de nuestros dolores y disfrutamos haciendo fotos.

El sendero baja rodeando la montaña hacia la derecha por el barranco de las Sendas. Ya queda poca luz y hay camino por delante, asi que nada de pararnos ni fotos. Al final salimos a una zona de huertos con la A-7 a pocos metros. Llegamos a la Ermita del Pilar y por desgracia para volver a la urbanización no podemos atajar por el camino que nos indica el GPS, porque hay una valla cerrada, asi que tenemos que hacer el último tramo por la carretera. Nos hemos quedado con la duda acerca de las setas que han crecido como idem con las últimas lluvias en las umbrías.Desde luego no pensabamos comerlas pero no parecen venenosas. Habrá que investigar.

VUELTA AL PEDRO LÓPEZ, SIERRA ESPUÑA

 Esta es una de las rutas que la Consejería de Medio Ambiente tiene colgadas en su web, asi que está totalmente señalizada. De todas formas, este es el track para GPS, aunque realmente no hace falta para orientarse. A la derecha, el mapa en pdf que se puede descargar, con una descripción de la ruta.

Aquí nos disponiamos a subir; bueno, no exactamente a la cumbre, que los militares nos hubieran disparado de intentarlo, sino al Collado Mangueta, donde se deja el coche para emprender la vuelta al Pedro López (que todavía no se qué hizo para que le pusieran su nombre a la segunda cima más alta de Sierra Espuña). No me fijé mucho en el perfil de altitud de la ruta; como estaba a escala pequeña parecía que no había casi desnivel acumulado. Cleo casi me mata cuando he sacado el perfil del GPS ya en casa y... ejem... era algo más de lo que yo había dicho.

Pero bueno, la cosa empezó con un condicionante que nos fastidió porque nos hizo darle caña a la segunda parte del día. Resulta que en la carretera de subida al Morrón de Espuña han decidido limitar el acceso de 8.00 a 18.00 horas, da igual la época del año, y advierten con carteles amenazadores de que la valla que hay como a 2 km del Collado Mangueta, se cierra fuera de esas horas. Tuve que hacer el final del camino a toda mecha para llegar al coche, bajarlo hasta pasada la valla y subir a pata a recoger a cleo para que no bajara sola. Y despues de casi 17 km con 600 m. de desnivel no apetece mucho pegarse una subida de otros 2 por asfalto a toda leche. Pero eso hice....y la valla abierta a las 7 pm. Se la pueden meter por donde yo me sé.

En fin. Al principio se pasa por al lado de los pozos de la nieve de Cartagena, algunos en ruinas, otros reconstruidos.Los ricos de la época (s.XVII y XVIII) tenían su comidita refrigerada gracias a los bloques de hielo que se acumulaban en estos pozos, entre paja y matas para prensar la nieve y que se convirtiera en hielo. También servía para hospitales. Se bajaba de la sierra en mulas. La segunda y tercera imágenes de pozos es de otro día, con el cielo más cubierto y más acompañadas.

 Cuando se deja atrás esta zona de pinar, comienza la subida al PL, con la mole del Morrón de Espuña atrás y el EVA en la cumbre. Yo, por si acaso, para hacer pis, me escondía, no fuera a ser que nos estuvieran observando. 

Desde aqui tenemos enfrente la cumbre del       Pedro López, al que se sube a la izquierda para  luego bajar al camino por el que venimos. Estas son las vistas desde su cumbre, solo unos         metros por debajo del Morrón.   
                      

De ahi se baja hacia el camino del Pinillo, al que le da nombre la casa del Pinillo. En esta zona tenemos varias casas abandonadas, que tuvieron un pasado mejor como casas de labor o forestales. Tales eran la Casa Nueva y la  Casa de la Carrasca.Como andar por pistas forestales es tedioso, la ruta nos desvía por una senda que nos sacará de nuevo al camino del Pinillo, pero de momento vamos por en medio del pinar. A la izquierda se observa la bajada en zig zag del Caracol desde el Morrón de Alhama. Así llegamos a un cruce en el que  si fueramos por la senda de la derecha bajariamos hasta la casa de Don Blas y el barranco de Enmedio, pero seguimos unos metros hasta la Carrasca, un refugio forestal medio abandonado, con una balsa  de riego enfrente y una fuente donde echar un trago.
 

De vuelta en la pista forestal tenemos que subir hacia Pinos Blancos por un sendero empinado que queda unos cientos de metros a la izquierda  del punto en el que volvemos a la pista. Tengo que hacer la subida casi corriendo con el miedo de que el coche se haya quedado encerrado y tengamos que pedir bed & breakfast en la base militar (donde por experiencia de otra ocasión, si te acercas mucho te sueltan por la megafonía que te largues). Me pego el subidón, bajo el coche 3 km hasta detrás de la valla, subo casi corriendo de nuevo los 3 km por carretera, bajo con cleo......y la puta verja sigue abierta. En ese punto, considero: a) dejar mensaje insultante a quien corresponda; b) protestar al forestal (ja ja...); c) joderme y pasar un huevo de la advertencia la próxima vez. Opción c gana.  Lo más gracioso es que al lado de la verja  termina el camino del Pinillo (que aqui ya se llama camino de la Carrasca), por lo que cleo no hubiera tenido que meterse la subida por el camino empinado, y yo no hubiera tenido que subir a por ella, solo subir a por el coche y bajarlo. Pero y el dolor de pies tan rico que yo tuve esa noche, eso es un placer...Por el asfalto nos encontramos con una víbora a la que pongo el nombre de Carmen, pues me recuerda mucho a una que yo conozco.

                

SUBIDA A LOS POZOS DE LA NIEVE EN LA SIERRA DE LA PILA (FORTUNA,MURCIA)

Un sábado de septiembre es un buen momento para ver unos pozos de la nieve medio en ruinas...aunque el viento que hacía arriba era de órdago. Claro que, subí 500 metros, 200 de los cuales en 2 kilometros.

La Garapacha, pedanía de Fortuna que está dentro de los límites del Parque Regional, es un conjunto de casas desperdigadas por la falda de esta sierra, donde a las 8 de un sábado no se ve ni a dios por la calle (pero se oye a Amaral a todo volumen y hay un bar social junto a la iglesia), Desde esta aldea se coge una pista forestal que se interna en la sierra por su vertiente oriental. El Barranco del Mulo separa este sector, donde están los picos más altos (La Pila 1.264 m., con una estación meteorológica, y Los Cenajos, 1.229m.) del sector occidental, con el Caramucel, como cumbre más elevada. La erosión produce formas curiosas en las rocas. El paisaje de esta sierra es abrupto y con fuertes pendientes. En otra ocasión, al final de la primavera, el contraste de colores estaba más acentuado, con flores aqui y allá.

                                   

En 25 minutos se llega al cruce del Mojón de las Cuatro Caras, que es un buen punto de partida para recorrer ambas vertientes de la sierra. En esta ocasión sigo el cartel de la derecha hacia los pozos de la nieve y los picos de La Pila y Los Cenajos. Enseguida se divisa el pico Los Cenajos, con sus 1.229 m, y la garita forestal en la cumbre. Glups, ¿y yo quiero subir hasta ahí con la bici?? 

DESDE EL CENAJO HASTA EL RÍO MUNDO EN BICI

Cuando todavía el calor permitía salir durante el día, en los pasados meses de mayo y junio, descubrí una preciosa ruta en bici entre el embalse del Cenajo y el principio del cañón que forma el río Mundo, un encajonamiento que sirve para dar salida a las aguas del Pantano de Camarillas. Estamos cerca del límite entre las provincias de Albacete y Murcia. Mientras la mitad de cleoneo se quedaba pescando acompañada del fiel escudero, la otra mitad, o sea yo, me montaba en la bici en la piscifactoría de El Hondón y empezaba a recorrer el sendero GR-127 que acompaña al Segura.

De lo mejor de esta ruta es tener que vadear el río con la bici al hombro. La primera vez lo hice por el sitio equivocado y casi me dejo la piel en girones colgada de los ramas pinchosas que había por todo el margen. La segunda vez encontré un sitio perfecto, que aparece marcado en el mapa de arriba.

Un trabajador que mantiene las acequias me vió cruzando y flipó un poco de encontrarse una chica sola en bici por allí (a lo mejor pensó que ahogar en menos de un metro de agua).
Resultó que nos encontramos en dos o tres sitios más de mi ruta y como era licenciado en historia me contó algunas cosas interesantes. Por cierto, esa especie de pies de pato chillones que llevo son solo para meterse en el agua, no mis zapatillas de bici.

El río hace meandros muy marcados y está rodeado de campos de arroz (Calasparra está cerca). El sendero pasa por zona de pinar y entre huertos según el tramo. Unas ciruelas se cayeron en mi mochila.

Hay un cruce del sendero donde hay que ir a la derecha hacia Las Minas.                             

 Un cartel indica que el camino que vamos a coger es la ruta de Aníbal, el general cartaginés que cruzó la Península. Me lo imagino con los 38 elefantes, pobrecicos, no creo que llegaran mucho más allá.

                              

Pasado el poblado de El Maeso, llegamos a Salmerón. Esta aldea está debajo de un pitón volcánico, al otro lado del río. Enseguida se llega a Las Minas, que en sus tiempos debió ser importante como principal suministrador de azufre en diferentes épocas con sus guerras incluidas, para la pólvora. Sorprende que en una aldea haya barrios pero en su época de esplendor debió de vivir bastante más gente. Y hay un bar. La ruta sigue hacia la antigua estación de ferrocarril, que ahora está abandonada. Ahora estamos siguiendo el curso del río Mundo, que confluye con el Segura allí.

Volvemos atrás hasta la zona conocida como Yeseros, donde es obvio por qué se llama así. Hay una enorme masa de chumberas. Justo ahí sale una pista que lleva hasta el principio del desfiladero que forma el río Mundo hacia el embalse de Camarillas. Así que por ahí me meto y me encuentro de nuevo con el mantenedor de acequias/historiador, que me informa de que todo esto era el fondo del mar hace miles de años. Veo la boca del túnel minero que se utilizaba para transportar el mineral cuando las minas se explotaban.

Quizás lo más impresionante de este recorrido en bici en llegar al desfiladero. Dejo la bici apoyada y camino unos metros. Hay unas acequias que transportan el agua por encima del río.

En seguida se llega a un paso voladizo techado sobre el río, que nos permite adentrarnos un poco en el desfiladero.

Se puede avanzar unos metros hasta llegar a la plataforma anclada a la piedra del cañón, que lo recorre hasta donde yo puedo ver.

No me atrevo a caminar por encima, es bastante estrecho y no sé cómo está de sujeto. Me imagino la cara de la otra mitad de cleoneo si la llamara diciendole que me he caido al río entre paredes verticales sin salida. Eso me disuade de pensar en intentarlo.

La vuelta es por el mismo camino pero no se hace pesado porque el paisaje es bonito. Merece la pena hacer los 7 km. de pista forestal por donde pasa el GR-127 entre la piscifactoría y el pie de presa del Cenajo, pero hoy monto la bici en el coche y paramos en el area recreativa de Cubillas, donde me espera un bocadillo y un baño en el río. La pesca ha dado sus frutos y he sido testigo del intento de una trucha saltarina por escapar. Por la noche la devoraremos.

La web Campos de Hellín tiene una buena descripción del valle de Las Minas y propone una ruta en bici de larga distancia entre los tres embalses de la zona: Talave, Cenajo y Camarillas. Otra propuesta es la de hacer la ruta entre la presa del Cenajo y El Maeso.