27/2/10

SIERRA DE ORIHUELA: Pico del Aguila por Santomera

Mi abuela me cuenta la anécdota de que en los años 60 un grupo numeroso de monjas del convento de Santomera se atrevieron a emprender la subida al Pico del Aguila por donde ahora hay una senda y entonces solo monte. Se perdieron y ya cayendo la noche la más valiente consiguó bajar a pedir ayuda. Un pastor las bajó. Al día siguiente, según mi abuela, el pastor fue a su tienda de ultramarinos y proclamó que estaba herniado por el esfuerzo de bajar a las monjitas montañeras.
Ahora, si uno quiere subir a ese pico desde donde se divisa con total claridad el Mediterráneo, a más de 50 km, solo tiene que seguir la senda que desde el camino de la mina en Santomera va recorriendo la ladera de la parte occidental de la sierra de Orihuela. Eso sí, con buen pie, pues la senda no da para que vayan dos personas juntas- fila india y con cuidado en algunos sitios traicioneros. Las marcas del PR están bien visibles durante todo el recorrido.Al principio de la subida, entre huertos que llevan hasta la antigua mina abandonada donde se extrajo oro y cobre, me detengo ante un trio muy mediterráneo, naranjo-almendro-olivo.Hay dos cabezos (el del Malnombre y el de la  Mina) en la falda de la sierra donde se encontraron restos arqueológicos de los iberos que habitaron la zona y que fueron los primeros en explotar la mina.
DJ disfruta de lo lindo, corriendo como una cabra enloquecida. 
Según se va subiendo, las vistas del paisaje se hacen espectaculares. Santomera y detrás, Monteagudo, quedan a la derecha; Orihuela, a la izquierda, y enfrente el Valle y la Sierra de Carrascoy. La perspectiva de la Vega Baja  del Segura a su paso por estas tierras permite apreciar la variedad cromática de los cultivos: varias tonalidades de verde, marrón y el azul de las enormes balsas de riego. 
El campo está lleno de unas matas que parecen espárragos silvestres. Al llegar a la cresta desde donde se ven las dos caras de la sierra, me vuelve a impresionar el tramo de sendero que sube por una pared rocosa para girar a la izquierda, por encima de dicha pared. Hasta pensé que habría cables de acero anclados a la roca para ayudarse, como en la subida del barranco de Sanes. Cuando me voy aproximando a la subida verticaloide, veo que la senda pasa por una especie de canal excavada en la roca, y que aunque tiene bastante desnivel, no supone problema. De todas formas, bajando le hago una foto y es para llevar cuidadín. En realidad, la aproximación es más peligrosa, ya que la senda se estrecha al máximo y a la izquierda hay barranco donde no parece que uno se pueda agarrar mucho si se cae.En esta foto, se ve el Pico del Aguila.En la siguiente, la senda a su paso por la cresta entre las caras norte y sur. Las dos últimas fotos son de la zona de la senda con fuerte pendiente.
Me encuentro con tres chicos durante la ruta, cada uno por su cuenta. Uno de ellos es un máquina que parece estar recorriendo toda la sierra de Orihuela a trote rápido, casi corriendo, y que despues de subir al Pico del Aguila se marcha hacia la Cruz de la Muela.
Una vez en la cima del Pico del Aguila,despues de casi 600 metros de desnivel, DJ y yo paramos un momento y compartimos un snack. El no aprecia mucho la vista, solo busca otros seres vivos jugosos para perseguir. Es un excelente compañero porque cuando no veo bien por sonde va el camino, solo tengo que fijarme en él (aunque tambien tiene mucha tendencia a ir monte a través).
Al llegar al final, me acuerdo de las monjitas y pienso lo fácil que es vivir en entos tiempos de GRs, PRs, GPS, frontales, móviles y barritas energéticas. Pobres, la madre superiora debió echarles un rapapolvos.

Jose María Galiana publicó un artículo en su sección en La Verdad sobre el Pico del Aguila. Aquí se puede ver.

8/2/10

VALLE DE RICOTE: Senda de los moriscos


Emprendemos esta excursión lamentando profundamente la ausencia de nuestro fiel escudero, DJ, al que nos tememos que vetarían la entrada en el balneario de Archena, colofón de este domingo. Aunque hubiera sido divertido verlo nadar en las corrientes de las piscinas termales o verlo debajo de un chorraco de agua a presión.
En fin, otra vez será que Danko disfrute del monte. Por lo demás esta ruta es un agradable paseo, apto para todos los niveles de forma y fondo.
De los dos sitios donde se puede comenzar la ruta, en el mirador de Solvente, a la salida de Ricote, o en el albergue de La Calera, en la carretera de Ricote a Mula, lo hacemos en el segundo, al que volveremos a recoger el coche. La panorámica desde el albergue se presta a empezar a tirar fotos, pues hay una buena vista de Ricote, pueblo morisco y huertano donde da gusto ver cómo se conserva la huerta, encontrando limoneros, naranjos, almendros, olivos...
El camino gira bruscamente hacia el lavadero municipal Los Molinos, así llamado por la proximidad de un molino alimentado por el agua del manantial que tambien abastece el lavadero. Como reza el cartel, éste era la cafetería de los tiempos antiguos donde las mujeres ponían a caldo a sus maridos, vecinas, suegras, al cura, al maestro etc. El fondo del lavadero está lleno de caracolas pequeñas.
El recorrido continúa entre limoneros, en bajada hacia el pueblo. De un laurel gigante me aprovisiono bien.Llegamos al pueblo y tras un despiste provocado por la regular señalización, acabamos en la plaza del Ayuntamiento, tomando una cerveza en un bar. 
Tras volver al camino y encontrar el mirador de Solvente, intentamos discernir qué es exactamente el castillo (de lo que se divisa no está claro cuales son ruinas y qué piedras del risco), en lo alto de un risco que vigila todo el valle.Enfrente tenemos el estrecho de La Navela formado por el río Segura tras formar el Azud de Ojós. A la izquierda hay una espectacular pared de roca con las capas bien marcadas.

El sendero de los moriscos discurre por el borde del barranco que separa el río de la sierra. A la izquierda queda la ventanica de Ojós, un agujero natural en la roca que parece una ventana redonda.Al fondo, el pueblo de Blanca, origen de otra de las rutas por el valle de Ricote que hace poco volví a hacer acompañada de nuestra amiga de la meseta que ama el mar. Diviso el recorrido que hicimos a media ladera desde Blanca hasta la central eléctrica y luego por la huerta blanqueña, pasando por un lateral de esa magnífica casa "colorá" que se ve rodeada de frutales, y al lado de la cual, unas mandarinas cayeron en la mochila de L y yo en aquella otra ocasión.

El sendero morisco confluye con otro PR y con una pista forestal que nos devolverá al albergue donde está el coche. Por el camino se divisa el repetidor de TV de Los Almeces, al cual se llega desde otra de las rutas de esta zona. A 1 km del albergue encontramos la variante 8.1 del PR que estamos siguiendo, por la que se ataja hasta Ricote. El principio es un curioso empedrado y más allá está el estrecho del Carrerón. Pero esta vez no cogeremos esta variante y llegamos al final pensando en ese baño archenero que nos deje los dedos arrugados.

cleoneo

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DJ

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